As chaves de Parva Domus. Por Ana Paula Arendt.

“Na parede de um botequim de Madri, um cartaz avisa, ‘É proibido cantar’. Na parede do Aeroporto do Rio de Janeiro, um aviso informa: ‘É proibido brincar com os carrinhos porta-bagagem’. Ou seja: ainda existe gente que canta e ainda existe gente que brinca…”. Eduardo Galeano (1940-2015).

Deixo com os leitores dignos que buscarem e merecerem, este mês, a sinalização de onde poderão encontrar as chaves de Parva Domus. Como bem sabem, trata-se de uma República enclave no Uruguai, a qual deseja obter uma saída para o mar e eventualmente integrar o Conselho de Segurança da ONU. Ali se dedicam os homens mais ilustres de nosso continente ao vinho, à boa mesa e às boas conversas – exceto à política. E até onde sei não aceitam mulheres.

“Assim, por um lado, a repetição é isso, sem o que não haveria verdade: a verdade do ente sob a forma inteligível da idealidade descobre no eîdos o que pode se repetir, sendo o mesmo, o claro, o estável, o identificável em sua igualdade a si. E apenas o eîdos pode dar lugar à repetição como anamnésia ou maiêutica, dialética ou diática. Aqui a repetição se dá como repetição de vida. A tautologia é a vida, só saindo de si para voltar a entrar em si. Mantendo-se junto a si na mnéme, no lógos e na phoné. Mas, por outro lado, a repetição é o próprio movimento da não-verdade: a presença do ente perde-se nele, dispersa-se, multiplica-se por mimemas, ícones, fantasmas, simulacros etc.”. (J. Derrida, A Farmácia de Platão. SP: Iluminuras, 2005, p. 122).

Um quadrado tem lados iguais e continua a ter lados iguais apenas porque reconhecemos um quadrado assim, ao vê-lo, ainda que seja para nos esquecer disso em seguida.

“Deveríamos fazer uma tentativa de estudar o poder não a partir dos termos primitivos da relação de poder, mas a partir da relação de poder em si, na medida que ela mesma determina os elementos sobre os quais se estabelece: em lugar de pensar em indivíduos ideais aos quais se pede que cedam algo de si mesmos ou de seus poderes para serem submetidos, deveríamos indagar como as relações de dominação podem por si mesmas construir os indivíduos. Da mesma forma, em vez de investigar a única forma, o ponto central ao qual todas as formas de poder derivam como consequência ou como desenvolvimento, deveríamos abordar sua multiplicidade, suas diferenças, suas especificidades, sua reversibilidade: estudá-las, portanto, como relações de força que se entrecruzam, se excluem mutuamente, convergem ou, ao contrário, se opõem e tendem a se anular. Em resumo, em lugar de considerar a lei uma manifestação do poder, nos seria talvez mais útil tentar descobrir as diferentes técnicas de coerção que coloca a lei em funcionamento”. (Michel Foucault, trecho do Résumé des Cours; Paris: Collège de France, 1989)

Não devemos trocar os fatos pela teoria que criamos para justificá-los.

Depois de eventualmente encontrar as chaves desta casa, favor colocá-las no devido e mesmo lugar. Lamento com sinceridade que não tenham ainda transposto os parvenses a suavidade de seus princípios ao Brasil e ao Peru, donde certamente melhor poderiam pleitear seus desígnios, sagrando a UNA PARVA DOMUS.

Ana Paula Arendt, poeta e diplomata brasileira, escreve mensalmente na coluna ‘Terra à Vista’.

Ressalva: todas as opiniões neste artigo expressas são de responsabilidade da autora, não coincidindo necessariamente com as posições do órgão público cujos quadros a autora integra nem de qualquer órgão do governo brasileiro.

Las llaves de Parva Domus (bromeo en español)

En la pared de una fonda de Madrid, hay un cartel que dice: ‘Prohibido el cante’. En la pared del aeropuerto de Río de Janeiro, hay un cartel que dice: ‘Prohibido jugar con los carritos porta-valijas’. O sea; todavía hay gente que canta, todavía hay gente que juega…

Eduardo Galeano (1940-2015)

Dejo con los lectores dignos que buscaren y así merecieren, este mes, la señalización de dónde podrían encontrar las claves de Parva Domus. Como bien sabés, esa es una República enclave en el Uruguay, la cual desea obtener una salida para el mar y posiblemente hacer parte del Consejo de Seguranza de la ONU. Allí se dedican los hombres más ilustres del nuestro continente al vino, a la buena comida y a la charla deliciosa – excepto a la política. Hasta dónde yo sé, no se aceptan mujeres.

« Así, por un lado, la repetición es eso, sin la cual no habría la verdad: la verdad de la entidad bajo la forma inteligible de la idealidad descubre en el eîdos lo que se puede repetir, siendo el mismo, el claro, el estable, el identificable en su igualdad a sí. Y solamente el eîdos puede dar lugar a la repetición como anamnésia o maêutica, dialéctica o diádica. Aquí la repetición se da como una repetición de vida. La tautología es la vida, solamente saliendo de sí mismo para volver a entrar en sí mismo. Manteniéndose junto a sí mismo en la mnéme, en el lógos y la phoné. Pero, por el otro lado, la repetición es el propio movimiento de la no-verdad : la presencia de la entidad se pierde en ella, dispersase, multiplicase por mimemas, íconos, fantasmas, simulacros etc. » (J. Derrida, La Farmacia de Platón, traducción de la autora desde la edición de Iluminuras, 2005, p. 122, apud PRA).

Un cuadrado tiene aristas iguales y sigue presentando aristas iguales solamente porque reconocemos un cuadrado así, cuando lo vemos, aunque apenas para de ello olvidarnos en seguida.

“Deberíamos hacer una tentativa de estudiar el poder no a partir de los términos primitivos de la relación del poder, pero por la relación del poder en sí, en la medida que ella misma determina los elementos sobre los cuales se establece : en lugar de pensar en individuos ideales a los cuales se pide que hayan cedido algo de sí mismos o de sus poderes para que sean sometidos, deberíamos preguntar como las relaciones de dominación pueden por sí mismas construir los individuos. De la misma forma, en lugar de investigar la única forma, el punto central a lo cual todas las formas de poder son decurrentes como consecuencia o como desarrollo, deberíamos enfocar su multiplicidad, sus diferencias, sus especificidades, su reversibilidad: estudiarlas, por lo tanto, como relaciones de fuerza que se entrecruzan, se excluyen mutuamente, convergen o, por lo contrario, se oponen y tienden a anularse. En resumen, en lugar de considerar la ley una manifestación de poder, quizás sería a nosotros más útil intentar descubrir las diferentes técnicas de coerción que coloca a la ley en funcionamiento”. (Michel Foucault, pasaje del Résumé des Cours ; Paris : Collège de France, 1989, traducción de la autora, apud PRA).

No debemos tomar los hechos por la teoría que creamos para justificarlos.

Después de eventualmente encontrar las llaves de dicha casa, amigos lectores dignos y merecedores, se ruega dejarlas en el mismo y adecuado lugar. Permítanme añadir aún que muy sinceramente lamento no hayan los parvenses todavía transpuesto la suavidad de sus dominios al Brasil y al Perú, dónde seguramente mejor podrían peticionar a sus designios, consagrando a UNA PARVA DOMUS.

Ana Paula Arendt es poeta y diplomática brasilera, escribe mensalmente en la columna Tierra a la vista, del Portal OCI.

Reserva : todas las opiniones exprimidas en este texto son de responsabilidad de la autora, no coincidentes necesariamente con las posiciones de la instancia pública de la cual es parte ni a cualquier instancia del gobierno brasileño.